El pecado es la desobediencia a la voluntad de Dios, ¿pero qué quiere Dios?. Dios quiere que le amemos y nos amemos los unos a los otros como a nosotros mismos. Para ello Dios nos dejó unos Mandamientos que nos ayudan a desarrollarnos como personas para vivir felices en comunidad, en común unión.
Hay pecados grandes y pequeños, como tonos del color blanco al negro. Los pecados grandes se llaman mortales y los pequeños veniales.
Los pecados pueden ser de pensamiento, palabra, obra o de omisión. Omisión es cuando no hacemos algo bueno que teníamos que haber hecho.
¿Qué son los pecados mortales? Aquellos que cometemos para hacer el mal, daño, a propósito, dándonos cuenta de que lo que hacemos va a hacer daño a alguien o algo.
¿Qué son los pecados veniales? Aquellos que cometemos sin darnos cuenta. Cometemos un pecado venial cuando hacemos algo que no está tan mal o cuando hacemos algo muy mal pero sin darnos cuenta del todo.
A Dios no le gustan ningún tipo de pecado, ni grandes ni pequeños, ni veniales ni mortales. Él quiere que seamos buenos hijos suyos. ¿Y tú cómo quieres ser? Te animo a ser «de los BUENOS», creas o no en Dios, cree en el amor.