Salimos el sábado al cerrar Franci la carnicería, entonces ya estaba yo esperándole con nuestra Autocaravana preparada para un fin de semana que prometía pues Nerja tiene mucho que ofrecer. Habíamos comprado on-line las entradas para visitar la Cueva (http://www.cuevadenerja.es) a las 19:30h; así que pusimos rumbo a ellas. Nerja y Maro habían vivido sobre todo del cultivo y de las fábricas de azúcar, sin embargo, todo cambió cuando el 12 de enero de 1959, cinco jóvenes de Maro y Nerja, Francisco Navas Montesinos, Miguel y Manuel Muñoz Zorrilla, José Luis Barbero de Miguel y José Torres Cárdenas, decidieron ir a coger murciélagos a un pozo que por aquel entonces era conocido como la Mina y donde al anochecer se podía observar como salían grandes bandadas de estos animales. Una vez dentro, pudieron comprobar que no eran los primeros que habían estado en esta cavidad, pues muy sorprendidos hallaron unos esqueletos tendidos junto a unos cuencos de cerámica. Bastante asustados, decidieron regresar y contar todo lo visto a familiares, amigos y maestros, difundiendo así su descubrimiento.Tan solo un año después, en 1960, tras varias excavaciones e investigaciones, se abrió al público. Desde entonces, Maro y Nerja, así como sus habitantes, cambiaron sus formas de vida y trabajo, dedicándose la mayor parte de ellos en la actualidad, al sector servicios terciarios. Salimos encantados de la visita y nos dispusimos a buscar un ligar para pernoctar…¡que suerte que de tres aparcamientos en la misma Cala de Maro, uno estaba libre! A la mañana siguiente, después de remojarnos los pies nos fuimos a visitar el Museo de Nerja y el Balcón de Europa. Fue un día y medio bien completo, del que salimos con las pilas cargadas para una nueva semana.